Una mirada que trasciende el tiempo
Rediseñar La joven de la perla fue un ejercicio de respeto y reinvención. No se trataba de modernizar por modernizar, sino de traducir su esencia a un lenguaje gráfico actual. Simplifiqué formas, depuré la paleta y trabajé la composición desde el silencio visual. La perla sigue siendo el centro, pero ahora brilla con una estética más contenida y conceptual. Este rediseño no pretende reemplazar la obra, sino dialogar con ella. Explorar cómo algo tan icónico puede contarse de otra forma, sin perder su fuerza. Es una reinterpretación que mira al pasado con cariño y al presente con intención