El diseño también se toca
El packaging no es solo envoltorio: es la primera experiencia física con la marca. Por eso lo diseño con intención, con materiales que comunican, con texturas que conectan, con formas que cuentan algo más.
Cada caja, cada etiqueta, cada bolsa habla del cuidado que hay detrás del producto. Ya sea una funda de cartón reciclado con costuras artesanales o un diseño limpio y funcional para llevar ropa lavada, el objetivo es el mismo: que se vea bien, pero que también se sienta bien. Trabajo el packaging como parte del sistema visual: debe ser coherente con la identidad, reconocible al instante y práctico para quien lo recibe. Porque una marca que piensa en el detalle del envoltorio, está pensando también en la experiencia completa del cliente.
Y eso se nota. En la forma en que lo abres. En cómo lo guardas. En si decides quedártelo, aunque ya no lo necesites.